Los programas para la juventud allanan el camino hacia Rotary

Por Ryan Hyland
Noticias de Rotary International  — 1 de octubre de 2010

Los programas para la juventud de Rotary han preparado bien a Andrea Tirone.

Como rotaractiana, participante en el programa deSeminarios de Rotary para Líderes Jóvenes (RYLA) de su distrito y ex becaria de Buena Voluntad de La Fundación Rotaria, espera que sus experiencias le ayuden a dar el salto hacia Rotary.

«En Rotary tendré a mi disposición una gran variedad de posibilidades de servir, tanto en el ámbito local como internacional», comenta. «La labor de Rotary es tan diversa que permite explorar muchas áreas y encontar lo que realmente te apasiona».

Tirone conoció Rotary durante el RYLA del Distrito 7070 (Ontario, Canadá) en 2004. Describe la experiencia como una de las mejores semanas de su vida y señala lo impresionada que quedó al comprobar la considerable labor de planificación necesaria para llevar a cabo el evento.

«Los talleres y actividades nos permitieron aprender sobre los demás participantes y establecimos lazos de amistad que perdurarán toda la vida», afirma. «Yo me dije, si Rotary puede organizar esta semana, imagina lo que sería formar parte de la organización».

Rotaract

Cuando se matriculó en la Universidad de Toronto en otoño de 2004, se afilió al club Rotaract, ejerciendo la presidencia de éste en 2005-2006. El club realiza servicio voluntario en su comunidad, pero centró gran parte de su labor y recursos en recaudar fondos para un proyecto de alfabetización en la India, en el que colaboraron con un club hermano y otros rotarios.

«Participar en las actividades de Rotaract me permitió ver la posibilidad de conectar con rotaractianos de todo el mundo», explica. «Ver que Rotary cuenta con fuertes lazos en todo el mundo resultó muy atractivo».

En 2008 Tirone obtuvo una beca de Buena Voluntad, con la cual estudió Ciencias Políticas en la Universidad de KwaZulu-Natal en Durban, Sudáfrica. En ese período, su club anfitrión ayudó a formar el Club Rotaract de Durban Berea.

Como socia honoraria del Club de Durban Berea, lanzó un proyecto internacional con otros 19 socios en el que recaudaron 2.000 dólares para renovar una escuela en Ponta do Ouro, Mozambique. Los rotaractianos pasaron una semana limpiando y pintando aulas, y plantando un huerto.

Tirone señala que piensa afiliarse a Rotary pero desea permanecer en Rotaract tanto como le sea posible.

«Rotary es mi vida, por eso deseo participar en Rotaract todo lo que pueda», afirma. «Gracias a Rotaract, tengo amigos en todo el mundo».

Tirone está convencida de que Rotaract es sumamente importante para Rotary.

«Cuando se necesita atraer nuevos socios o ideas innovadoras, Rotary siempre podrá contar con los rotaractianos».

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